Generación XXL

Irvin Stone guionista de “Lust for life” y “The agony and the Ecstasy” daría poco crédito a cualquier revisión de mi biografía de artista, plagada de ninguneos y tonos en maravillosa grisalla. A diferencia de los héroes que deben dejar el lugar de origen en acto de voluntario exilio, para someterse a las fuerzas de la naturaleza y por ende de los mismos dioses, mi profética misión se ha quedado en tierra propia y encantada de la vida. Urbanitas constata ese quehacer en defensa de una visión desde lo particular, que no particularizado, hasta lo más general y delata que los años no pasan en balde para nadie, ni siquiera para el “arte gallego”, si es que actualmente se puede hablar del mismo como tal, abriéndose en lo meramente aparente una fractura entre dos momentos bien diferenciados en los últimos 25 años, los ochenta y el momento actual. Mi visión de conjunto no es ajena a todos los sinsabores que la situación en lo cercano a veces me produce, pero que se asumiendo desde la rigidez de lo inmóvil y desde el pesimismo imprescindible para andar por el mundo. El diagnostico de la institución arte1 nos desvela la terrible y oportuna realidad del panorama general de acontecimiento, por otra parte no debemos sentirnos afligidos ante tal situación, ya se sabe mal de muchos consuelo de tontos, en este sentido estamos rasados al nivel de la media. El momento actual creado desde modelos ideológicos aparentemente dicotómicos aunque finalmente complementarios, “neocons” y “gauche caviar”2, nos permite realizar cualquier operación de sustracción o adición de significado en relación a la operatividad del dispositivo artístico, incluso la sustracción total como en el caso del artista británico Martin Creed3. Los limites de lo artístico se pierden haciéndose borrosos, mientras el mercado siempre lógico y aplicado paga más de 5 millones de dólares por “Michael and Bubbles” de Jeff Koons. Este aparente sinsentido no lo es tal. La puesta en cuestión está permitida, la función del dispositivo arte-sociedad está legitimada por la institución arte y cualquier intento de plantear un lenguaje alternativo o trasgresor es desconocimiento del medio o simplemente esa banalidad a la que se refiere Brea cuando describe la situación actual del arte4. Lo que no ha variado son los propios márgenes y lindes de la propia institución legitimados a la vez que pagados de si mismos. Los últimos estertores del modelo de institución y relación con la sociedad vienen dados por dos vías de legitimación la de la propia auto agresión (el arte que ya no desea ser artístico) ya antes calificada como banal y la enraizada en el ilusionismo de trampantojo que nos plantean la utilización como fin los nuevos medios, el mero ingenio, lo original o las nuevas posibilidades tecnológicas aplicadas a la producción artística. Esta vía de legitimación ha generado sus propios mecanismos y lenguajes de legitimación estableciendo lugares comunes donde hacerse fuerte ante cualquier ataque desde otras posiciones, esta metástasis real deambula entre el multiculturalismo como mala conciencia o terapia de grupo y la corrección política como dispositivo de auto regulación doctrinaria en las sociedades del primer mundo. Estas posiciones de lugar instaladas hasta la médula en la institución arte han creado un autor reaccionario y enmudecido, inmerso en el monosilabismo por respuesta, en el más puro estilo Warhol pero sin la ironía y el cinismo militante del artista de Pittsburgh. La literalidad en este modelo tardo romántico de mito oscurantista 5en relación al productor en el arte actual, dejaría conmovido al autor de biografías noveladas de artista al que nos referiamos al inicio de este texto. De cualquier manera la situación general y aunque en su inicio parte de un mal entendimiento de las relaciones entre autor, producto y espectáculo, se diversifica impidiendo la puesta en cuestión el relato del como y sobre todo del porque de la institución arte hasta el momento. Desde esta proposición de urbanidad generacional me pregunto si la generación que nos preceda habrá trabajado y superado algunas de estas derivas que nos ocupan y como quizás sea lógico e imprescindible seamos victimas de nuestros futuros hijos. Para todos ellos suerte en la empresa y ánimo, la decadencia final de nuestra generación es ya una cuenta atrás. Suso Fandiño En Val do Dubra, Marzo de 2006 1 Entiendo como “institución arte”, la apreciación de George Dickie en El circulo del arte: Una teoría del arte. Determinando de un modo general a la institución como relación de agentes sociales y políticos que conforman el sistema de funcionamiento de lo que entendemos como mundo del arte. 2 Términos acuñados para designar a los nuevos conservadores y a las nuevas izquierdas. 3 Martin Creed gana el premio Turner correspondiente a la edición del 2001 con una instalación en la que aparentemente no se mostraba nada. 4 En referencia al texto de José Luís Brea “Por un arte no banal” -Manifiesto- aparecido en Interferencia con el que comparto algunos de los síntomas descritos por el autor. 5 Gustavo Bueno describe en El mito de la cultura lo que denomina mitos oscurantistas para referirse al entendimiento de un fenómeno desde la superstición, la religión o las creencias populares.