Este proyecto lleva desarrollándose desde 2009 recopilando y dando visibilidad a los objetos requisados a alumnos de educación secundaria por parte de la comunidad docente. Estas involuntarias colecciones han ido configurándose a veces de una manera metódica y otras azarosamente. Las mismas se han convertido en testimonios mudos del paso de diferentes generaciones por los centros educativos. Los criterios de elección no son marcados en ningún momento por el artista que de algún modo actúa como notario de una realidad que le es ajena. El papel jugado se limita a establecer estas colecciones como tales, darles forma y formato sacándolas a la luz pública. Estableciendo simplemente un poicionamiento de una colección por encima de otra por cuestiones de economía y posibilidad de exhibición. La formalización del proyecto, así como su exhibición, se realizan en formato físico de edición múltiple, huyendo de la pared como reconstrucción del objeto fotografiado, recontextualizado y, por ende, reconstruído con producción de nueva obra artística.